Podemos darle una mano a los habitantes de las Islas Maldivas, quienes estan haciendo un llamado a la campaña impulsada por su heroico presidente Mohamed Nasheed, quien nos conmovio las ultimas semanas cuando realizo su Consejo de Ministros desde las profundidades del oceano, el dia de ayer dio un estremecedor discurso en el Climate Vulnerable Forum instando al apoyo de su pedido al G 8, firmemos el Pacto por la Supervivencia y tengamos un papel activo en estos cruciales momentos para el planeta.
Prefiero que las palabras del presidente Nasheed hablen por sí mismas:
Estamos aquí reunidos porque somos el grupo de países más vulnerables al cambio climático.
Algunos de nosotros preferirán sufrir en silencio, pero nosotros hemos decidido que nos pronunciaremos hoy... No moriremos en silencio.
Algunos miembros de los países ricos del G8 han pedido que se mantenga el aumento de la temperatura en dos grados Celsius. Sin embargo, se han negado a comprometerse con los objetivos de límites de carbono, los cuales lograrían este humilde objetivo.
Con dos grados de aumento de temperatura, perderíamos los arrecifes de coral. Con dos grados, Groenlandia se derretiría. Con dos grados, mi país no sobreviviría.
Como presidente, no puedo aceptar eso. Como persona, tampoco.
Me niego a que creer que es demasiado tarde y que no podemos hacer nada al respecto. Copenhague es la fecha que marcará nuestro destino. Tenemos que ir con un plan mejor.
El presidente Nasheed llamó a los países a ejercer presión por un futuro neutral de emisiones de carbono que garantice la supervivencia de este país y la de la mayoría de los habitantes más vulnerables en todo el mundo:
En realidad, no es carbono lo que queremos, sino desarrollo. No es carbón lo que queremos, sino electricidad. No es petróleo lo que queremos, sino transporte. Actualmente existen tecnologías que consumen poco carbono y pueden producir todos los bienes y servicios que necesitamos, sólo tenemos que proponernos el utilizarlas.
Por ultimo, hizo una distinción entre lo que podría ser considerado un buen tratado en Copenhague y lo que garantizaría la supervivencia de su pueblo:
En este momento, todos los países llegan a las negociaciones buscando que sus emisiones se puedan mantener lo más altas posible. Nunca se comprometen, a menos que alguien lo haga antes.
Esta lógica solo se da en una casa de locos, esto es el primer paso para un suicidio colectivo.
Nosotros no queremos un pacto de suicidio colectivo y no firmaremos un pacto de suicidio colectivo, no en Copenhague ni en ningún sitio. En lugar de eso, hoy quiero invitar a algunos de los países más vulnerables del mundo a que se unan a un pacto internacional de supervivencia.
Esta declaración es sumamente valiente, mucho más de lo que mucha gente esperaría.
El contexto general es el siguiente: el presidente Nasheed y otros líderes de algunos de los países más vulnerables del mundo ya están siendo presionados para que retiren sus compromisos a actuar contra el cambio climático. Por ejemplo, cuando algunos países africanos alzaron la voz en las negociaciones de las Naciones Unidas en Barcelona la semana pasada y exigieron a los países ricos que se comprometieran a lograr objetivos exigentes, la comunidad europea ejerció mucha presión para que se retractaran, tanta que el presidente del bloque negociador africano se vio forzado a abandonar la sala de negociaciones.
Es por ello que líderes como Nasheed necesitan todo nuestro apoyo. Todas las acciones del 24 de octubre abrieron la puerta al liderazgo decisivo, y las entregas de fotografías de los eventos a los líderes de más de 110 países en Barcelona (y otras muchas ciudad en el mundo) están contribuyendo a covertir el activismo popular en auge político.
Ahora, a menos de un mes de Copenhague, tenemos que mantenernos unidos. Todos nosotros, desde presidentes hasta políticos, pasando por científicos y ciudadanos, debemos aprovechar este momento y elevar este movimiento por la supervivencia a un nivel superior.
Prefiero que las palabras del presidente Nasheed hablen por sí mismas:
Estamos aquí reunidos porque somos el grupo de países más vulnerables al cambio climático.
Algunos de nosotros preferirán sufrir en silencio, pero nosotros hemos decidido que nos pronunciaremos hoy... No moriremos en silencio.
Algunos miembros de los países ricos del G8 han pedido que se mantenga el aumento de la temperatura en dos grados Celsius. Sin embargo, se han negado a comprometerse con los objetivos de límites de carbono, los cuales lograrían este humilde objetivo.
Con dos grados de aumento de temperatura, perderíamos los arrecifes de coral. Con dos grados, Groenlandia se derretiría. Con dos grados, mi país no sobreviviría.
Como presidente, no puedo aceptar eso. Como persona, tampoco.
Me niego a que creer que es demasiado tarde y que no podemos hacer nada al respecto. Copenhague es la fecha que marcará nuestro destino. Tenemos que ir con un plan mejor.
El presidente Nasheed llamó a los países a ejercer presión por un futuro neutral de emisiones de carbono que garantice la supervivencia de este país y la de la mayoría de los habitantes más vulnerables en todo el mundo:
En realidad, no es carbono lo que queremos, sino desarrollo. No es carbón lo que queremos, sino electricidad. No es petróleo lo que queremos, sino transporte. Actualmente existen tecnologías que consumen poco carbono y pueden producir todos los bienes y servicios que necesitamos, sólo tenemos que proponernos el utilizarlas.
Por ultimo, hizo una distinción entre lo que podría ser considerado un buen tratado en Copenhague y lo que garantizaría la supervivencia de su pueblo:
En este momento, todos los países llegan a las negociaciones buscando que sus emisiones se puedan mantener lo más altas posible. Nunca se comprometen, a menos que alguien lo haga antes.
Esta lógica solo se da en una casa de locos, esto es el primer paso para un suicidio colectivo.
Nosotros no queremos un pacto de suicidio colectivo y no firmaremos un pacto de suicidio colectivo, no en Copenhague ni en ningún sitio. En lugar de eso, hoy quiero invitar a algunos de los países más vulnerables del mundo a que se unan a un pacto internacional de supervivencia.
Esta declaración es sumamente valiente, mucho más de lo que mucha gente esperaría.
El contexto general es el siguiente: el presidente Nasheed y otros líderes de algunos de los países más vulnerables del mundo ya están siendo presionados para que retiren sus compromisos a actuar contra el cambio climático. Por ejemplo, cuando algunos países africanos alzaron la voz en las negociaciones de las Naciones Unidas en Barcelona la semana pasada y exigieron a los países ricos que se comprometieran a lograr objetivos exigentes, la comunidad europea ejerció mucha presión para que se retractaran, tanta que el presidente del bloque negociador africano se vio forzado a abandonar la sala de negociaciones.
Es por ello que líderes como Nasheed necesitan todo nuestro apoyo. Todas las acciones del 24 de octubre abrieron la puerta al liderazgo decisivo, y las entregas de fotografías de los eventos a los líderes de más de 110 países en Barcelona (y otras muchas ciudad en el mundo) están contribuyendo a covertir el activismo popular en auge político.
Ahora, a menos de un mes de Copenhague, tenemos que mantenernos unidos. Todos nosotros, desde presidentes hasta políticos, pasando por científicos y ciudadanos, debemos aprovechar este momento y elevar este movimiento por la supervivencia a un nivel superior.
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