viernes, 4 de junio de 2010

Obama visita por tercera vez el Golfo































































KENNER, Luisiana, EE.UU. (AP) — En su tercera visita a la costa del Golfo de México para atestiguar el desastre ambiental, el presidente Barack Obama dijo el viernes que percibe algunos progresos en el combate a la colosal fuga de petróleo.
Sin embargo, el mandatario advirtió que "es muy pronto para ser optimistas" sobre los pasos más recientes dados por BP para evitar que el petróleo siga vertiéndose desde el fondo del mar, o al menos para mitigar ese flujo.
"Lo que no quiero oír es la cantidad de dinero que ellos (BP) están gastando para tranquilizar a sus accionistas y para difundir anuncios en la televisión, y que mientras tanto, reparten algunos centavos a los pescadores y a las pequeñas empresas de aquí, del Golfo, que pasan tiempos muy difíciles", añadió.
Obama habló después de su llegada al aeropuerto de Nueva Orleáns, para su tercer recorrido de inspección y el segundo en ocho días, en un momento en que crece la frustración nacional por el derrame. El propio mandatario se ha dicho frustrado, junto con los residentes de la costa y del resto del país.
"Esto ha sido un desastre para esta región, y la gente está comprensiblemente asustada y preocupada sobre lo que deparan los próximos meses y años", dijo Obama, luego de asistir a una sesión informativa con el almirante de la Guardia Costera, Thad Allen, jefe del gobierno federal para la respuesta ante el derrame. Al encuentro asistieron también los gobernadores de Luisiana, Florida y Alabama, junto con otros funcionarios.
Luego, Obama se dirigió a Grand Isle, Luisiana, una pequeña isla arrecifal, para escuchar a la gente cuya vida y sustento han quedado amenazados por el derrame. Habló con pescadores de camarones y de ostras, dueños de tiendas y trabajadores de los hoteles, que dependen de los mares limpios para obtener mariscos o atraer turistas.
Una lluvia pertinaz obligó a que Obama desechara los planes de viajar por helicóptero. En vez de ello, hizo el recorrido de 2 horas y media por tierra hacia el sur, llegando a la costa.
En el camino, la caravana presidencial pasó junto a un grupo de personas que mostraban un letrero: "¡Ayúdennos ya!"
En otro lugar, estaba un cartel con la foto de Obama y la pregunta: "¿Qué hacemos ahora?" Un letrero más mostraba el logotipo de la petrolera BP y el reproche: "Ustedes mataron nuestro Golfo, nuestra forma de vida".
El jueves próximo, en otro esfuerzo del presidente por acercarse a las víctimas del desastre, Obama se reunirá con familiares de los 11 trabajadores muertos el 20 de abril, cuando la plataforma de perforación Deepwater Horizon estalló, dijo el secretario de prensa Robert Gibbs, a los periodistas que viajaban con el mandatario.
Gibbs añadió que Obama había escrito a cada familia y que todas asistirían a la Casa Blanca.
Criticado por permanecer demasiado sereno ante la crisis ambiental, Obama advirtió a la petrolera BP que más le vale hacer lo correcto con la gente cuya vida se ha trastornado por la colosal fuga.
Durante las reuniones del viernes, Obama buscó explicar las acciones de su gobierno.
Obama dijo que de poco sirve andar increpando a gritos a los responsables, pues la gente quiere resultados, no un espectáculo. Pero está claro que, a medida que la crisis ha proseguido, y que los índices de aprobación de Obama han caído, sus palabras hacia los ejecutivos de BP se han tornado más duras.
Prometió que su gobierno estará presionando a BP para cerciorarse de que pague las indemnizaciones.







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